«50 sombras»: de la pantalla al escenario

Ashley Ward es la escritora e intérprete de conjunto de 50 Shades. The Musical Parody, una parodia de Fifty Shades of Grey de EL James, que actualmente se ejecuta fuera de Broadway.

Todo comenzó en el inicio del programa a fines de 2012, cuando Ward asistió al Edinburgh Fringe como parte de la famosa compañía de improvisación musical Baby Wants Candy. El productor Marshall Cordell vio una historia local sobre ferreterías que se quedaban sin ciertos tipos de cuerdas que se usaban para el bondage, y sabía que había algo allí. Un miembro de la BWC encargó a Ward y a sus coautores la creación y puesta en escena de un musical de Cincuenta sombras de Grey para presentarlo en el Edinburgh Fringe, y lo hicieron en aproximadamente una semana. La primera encarnación de 50 sombras! se estrenó en Edimburgo en agosto de 2012 y regresó a Chicago para realizar talleres antes de llegar finalmente a Nueva York al año siguiente.

Las dificultades de la puesta en escena de una adaptación no pasan desapercibidas para los parodistas, que deben capturar la esencia de la obra original, desarrollar sus componentes humorísticos y ponerle música a todo. El primer punto puede ser especialmente complicado a la luz de las expectativas de los fans: solo hay que ver los cambios de reparto, las nuevas filmaciones y los rumores negativos que rodean la adaptación cinematográfica de Cincuenta sombras de Grey para comprender lo difícil que es que una parodia llegue a satisfacer a los adoradores de la obra escrita.

Desde que 50 sombras! The Musical Parody hizo su debut en el Ediburgh Fringe Festival en 2012, ha protagonizado carreras exitosas en Chicago, Los Ángeles, Alemania, Italia y Amsterdam. El espectáculo estará de gira por los EE. UU. Hasta mediados de marzo, y actualmente se está ejecutando fuera de Broadway, donde se inauguró en marzo y se extendió recientemente hasta septiembre en el Elektra Theatre.

El musical nos presenta a tres amas de casa tontas que, por sugerencia de una, deciden leer Cincuenta sombras para su club de lectura. Las escenas alternan entre los encuentros de mujeres y el mundo de ficción que se convierte en su obsesión, habitado por la ingenua Ana y Christian, el joven multimillonario que la introduce en los placeres de la sumisión y el sexo pervertido. Los fanáticos del libro deben tener en cuenta que, si bien Ana del programa también encuentra a su Christian apuesto al instante, el último papel se ha dibujado para no encajar del todo con la descripción física de la novela.