Secuelas inesperadas al fenómeno «50 sombras»

50 Sombras de Gray marcó un antes y un después en la literatura erótica, sea que te guste o no este tipo de lectura. Los motivos son varios, ya que este género literario no era nuevo ni mucho menos, y se puede decir que convergieron en el mismo momento una serie de circunstancias que lo llevaron al éxito; así fue con toda la saga, y por supuesto su llevada al cine fue otro punto a su favor. Pero ya sea que hayas leído los libros, que hayas visto la película, que hayas hecho las dos cosas o no hayas hecho ninguna, seguro que has oído hablar del Sr. Gray y sus andanzas.

Y ahora, ¿qué viene después? Para su autora, E.L. James, no es una decisión fácil, pues el tener éxito en el mundo literario pone un listón bastante difícil de superar, máxime si se trata de volver a escribir en el mismo género. Ya estiró la trilogía un par de entregas más, formando así una saga; pero ahora que ya no puede estirar más el fenómeno Gray, ¿qué tiene que hacer? Ante ella se extienden no muchas opciones la verdad, aunque la escritora parece haber encontrado una forma de mantenerse en el candelero, dejando caer que estaría pensando en la posibilidad de la versión gay de Cincuenta Sombras. ¿Te imaginas el cambio de rol que tendrían que experimentar los personajes?

50 Sombras tuvo por supuesto muchos detractores, sobre todo de feministas que no se sentían representadas en el papel de sumisa de Anastasia; el personaje se mostraba en el sexo todo lo contrario de lo que debería hacerlo una mujer liberada de hoy en día. Por eso, no dejo de pensar en cómo podría encajar una relación gay en un mundo de sexo dominación, dado que en las relaciones de hombres homosexuales ninguno parece muy dispuesto a desempeñar ese papel permanentemente en una relación, sea o no casual. Claro, no niego que podría darse si los roles se intercambiaran, o si nos encontráramos ante el extraño caso de un gay al que le gustara ser un sumiso por siempre jamás. Sin embargo, eso alejaría a la obra del espíritu de Gray, pues el protagonista nunca dejó que querer ser el dominante, a pesar de que «permitió» que su enamorada ejerciera el poder de vez en cuando, cosa que tampoco quería hacer ella de manera permanente.

Aunque tengo presente que no se puede generalizar en asuntos de sexo ni tampoco de género, tengo que decir que no me parece que los entresijos de la historia de 50 Sombras se pueda transferir fácilmente al mundo homosexual masculino. Después, si esto fuera llevado al cine como su precursora, ¿quiénes podrían ser los protagonistas? O, más bien, ¿qué características deberían poseer? Porque cuando pienso por ejemplo en el porno latino gay, se me hace difícil creer que un macho latino, cargado de testosterona por mucha pluma que tenga, quiera adaptarse al rol que Anna tenía en esa historia. Los hombres latinos han cargado durante mucho tiempo con la etiqueta de machos alfa, casi lo llevan en el ADN; así que por muy gays que sean, la fuerza de la costumbre pesa en ellos, incluso cuando follan con otros hombres. Incluso en el porno dominación gay, la cosa no va mucho más allá de poner al supuesto sumiso de rodillas y obligarlo a hacer felaciones extremas, cosa que se ve que el tipo toma más como un premio que como un efecto de ser dominado.

En fin, claro que esto es mi opinión personal, y de cualquier manera habrá que esperar a ver qué hace el genio de E.L. James con respecto a esto. Desde luego, conseguiría un éxito sin precedentes en la literatura erótica, que no acaba de encontrar su inspiración cuando se trata de relaciones homosexuales, ya sea de hombres o mujeres.